Cómo pagar nuestro encuentro sexual con una escort

La prostitución es un negocio que mueve millones alrededor del mundo cada año, incluso en países donde este tipo de servicios son ilegales. Está claro que el sexo, a pesar de ser un tabú todavía a estas alturas, se sigue practicando mucho en todos los estratos sociales. No hay un cliente tipo para la prostitución, de hecho. Como se suele decir, un negocio no puede vivir solo de un tipo de cliente. Están los que llegan como pueden a fin de mes y buscan algo de dinero para darse un pequeño capricho de ves en cuando. Los que acuden casi todas las semanas al burdel, como si fuera una tradición que no pueden perderse. Y los hombres de negocios que llaman a las chicas de alto standing para invitarlas a viajes, cenas y eventos. Cada tipo de cliente tiene unas preferencias, y unas opciones a la hora de acercarse al mundo de la prostitución.

Pero al fin y al cabo, todos buscas lo mismo: compañía, placer y un rato para despejarse de los problemas y solo dejarse llevar, disfrutando de la experiencia. Para una escort profesional, conseguir que el cliente se sienta a gusto debe ser primordial. Y de hecho, así lo logran, no solo a través de su belleza o su cuerpo, sino también con esa conexión que tienen a la hora de complacerles. Lograr que todo fluya, que el cliente esté cómodo, es perfecto para poder disfrutar de un rato inolvidable. Pero hay detalles que ponen en peligro este tipo de confianza. El  primero de ellos, el del pago de los servicios. La mayoría de chicas, por seguridad, piden pago por adelantado, una vez el cliente ya está con ella. Si es tu primera vez con una prostituta tal vez te sorprenda, pero como decimos, es lo más habitual y por otra parte, también lo más entendible. Las chicas están en cierta forma desprotegidas y deben asegurarse de cobrar lo antes posible, para que no haya problemas. El método de pago es otro de los detalles importantes que debemos tener en cuenta antes de quedar con una escort, para evitar cualquier problema.

La discreción por encima de todo

Porque al final estamos ofreciendo un pago a cambio de un servicio, como hacemos en la lavandería, en un restaurante o con cualquier profesional que venga a casa a arreglarnos lo que sea. Las trabajadoras sexuales siguen ese mismo patrón, solo que al estar fuera del “sistema” en muchos casos, deben buscar una forma alternativa de cobrar. Seguro que a estas alturas no te sorprenderás de saber que, en muchos casos, el dinero que ganan es simplemente en negro, ya que no pueden tributar por su empleo. En otras ocasiones, en burdeles o con chicas que sean más profesionales, sí que pueden cobrar telemáticamente, haciéndolo todo más fácil. Pero hay un detalle que no debe escaparse: la discreción. Sobre todo si tenemos pareja  y no queremos que se entera de nuestros escarceos, hay que ser muy discreto a la hora de pagar, y no dejar rastro.

Tarjeta de crédito

Es el método más habitual para pagar estos encuentros, especialmente cuando se llevan a cabo en burdeles y sitios más “oficiales”. La tarjeta de crédito tiene la ventaja de ser más segura en comparación por ejemplo a llevar el cash encima. El pago es automático y seguro, aunque es cierto que puede dejar rastro. Esto significa que si otra persona tiene acceso a nuestra cuenta verá ese pago. La mayoría de locales tienen nombres alternativos para no aparecer como burdeles o prostíbulos en los extractos bancarios, así que el problema es menor. Sin embargo, debemos tenerlo en cuenta sobre todo si queremos ser lo más discretos posibles. Tal vez convenga más sacar el dinero justo antes del encuentro y entregarlo en mano, según la situación.

Dinero en efectivo

El cash es la otra gran alternativa para pagar un encuentro con una escort. Incluso  las propias chicas, en muchas ocasiones, te recomiendan ese tipo de pago. Como ya habíamos comentado arriba, la situación de la mayoría es alegal cuando menos, y recibir constantemente pagos en su cuenta llama demasiado la atención. Por eso disponer del dinero en efectivo por el pago de los clientes suele ser una opción más segura para ellas, y también discreta para los propios clientes. El dinero en efectivo no deja rastro telemático, así que será prácticamente imposible que nos descubran si pagamos de esta manera. Para ello, lo mejor es sacar el dinero justo antes del encuentro, si es demasiado, para no tener ningún  problema imprevisto.

Bizum, alternativa reciente

En algunos países se está poniendo de moda una alternativa que está cambiando en cierta manera la forma de pagar, sobre todo en grupo. Se trata de Bizum, una aplicación de pago automático liderada por diferentes bancos internacionales, que ahora ofrecen una opción más sencilla que la transferencia. Se trata de pagos al instante entre diferentes personas, solo con saber el número de teléfono asociado a la cuenta corriente de la misma. Son automáticos, muy sencillos de realizar, y se pueden hacer con o sin datos personales, para mayor discreción. En España y parte de Latinoamérica ya hay muchas chicas que han optado por este método, como uno de los más sencillos para cobrar sus servicios.

Consejos para mayor seguridad

El pago de este tipo de servicios puede suponer un problema, especialmente en ciertas situaciones, como la de contratar a una chica en plena calle. Debemos tener muy claro que hay ciertos lugares donde nuestra integridad puede peligrar, si vamos con mucho dinero encima. Por eso es mejor acudir ya con la cita concertada, a un lugar discreto, con la tarjeta en el bolsillo  para el pago, o  el dinero  justo si es en cash. Sacarlo relativamente cerca del lugar para poder entregarlo cuanto antes, y llevar solo lo justo, o casi, por si hay algún problema. Hoy por hoy la inmensa mayoría de encuentros con escorts suelen ser muy seguros, pero no está de más tomar ciertas precauciones, por si acaso.